El fruto de la caigua es utilizado en la alimentación cotidiana de los peruanos. Sus efectos benéficos sobre la salud han sido comprobados en una serie de estudios clínicos por lo que se le puede catalogar como un alimento funcional. Como principal beneficio se le atribuye la reducción del nivel de colesterol sanguíneo. En ese sentido tiene doble efecto positivo, ya que por un lado ayuda a reducir el colesterol LDL, también conocido como colesterol malo, y por otro lado ayuda a incrementar el colesterol HDL, conocido como bueno. Este doble efecto convierte a la caigua en un complemento ideal para el tratamiento de la hipercolesterolemia. Uno de los estudios clínicos realizados en la Universidad Cayetano Heredia (unicéntrico, randomizado y doble ciego) en mujeres post-menopáusicas determinó que el tratamiento de caigua logró reducir la prevalencia de la hipercolesterolemia de 75% a 12.5%. Otro estudio en humanos demostró que un tratamiento de caigua logró normalizar el nivel de colesterol en el 82% de los hipercolesterolémicos tratados en el estudio. Adicionalmente se le atribuyen efectos antiinflamatorios y analgésicos, mientras que a la semilla de la planta se le atribuyen efectos hipotensores. Se considera un producto no tóxico.

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